lunes, 31 de marzo de 2014

Entrar en el mundo de otro para encontrar lo que falta en el tuyo



Título: Amigos, Amigos intocables, Amigos para siempre, 1+1, The intouchables, Intocable, Untouchable
Director: Olivier Nakache, Eric Toledano
Guión:  Olivier Nakache, Eric Toledano
Año: 2011
Género: Biografía, comedia, drama
Actores: 
  • François Cluzet como Philippe
  • Omar Sy como Dris
  • Anne Le Ny como Ivonne
  • Audrey Fleurot como Magalie
  • Clotilde Mollet como Marcelle
  • Alba Gaïa Bellugi como Elisa
  • Cyril Mendy como Adama
  • Thomas Solivéres como Bastien

Argumento: Philippe, un aristócrata que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie de la que saltan chispas. (Filmaffinity)






Hay cierto tipo de películas que están hechas para emocionar. Para emocionar de una manera vil, además. Son esas películas que van a tocar la fibra de la manera más recurrida posible y cuando aparece en ella un paralítico y un pandillero de barrio bajo esperas pasarte dos horas llorando como una magdalena por la de cosas terribles que les habrán pasado. Pero no, no va de eso esta película, no es un dramón de esos que marcan época, es una comedia como se han hecho pocas que te dice que hay muchas formas de que tu vida pueda ser considerada como una mierda, pero está en tus manos decidir que eso sea verdad.



La película va de Phillipe, un hombre totalmente incapacitado del cuello para abajo que busca a un asistente que se encargue de él porque, obviamente, no hay muchas cosas que pueda hacer sólo, y escoge al que menos cualidades parece tener, Dris, un chaval que lo único que quiere es que le firmen un papel para poder cobrar el paro. Aunque en un principio parece del todo inapropiado, el hecho de que sean dos personajes totalmente opuestos los ayuda a evolucionar a lo largo de la película y además da bastante en qué pensar. Me resulta muy interesante porque cualquier persona con un título apropiado está capacitada para cuidar a un minusválido, pero esos conocimientos se pueden aprender, lo que hace falta es saber tratarlos, lo que incluye no sentir pena por ellos, lo que incluye conocerlos lo suficiente para hacerlos sentirse bien, que debería ser uno de los requisitos fundamentales para cuidar de alguien. El argumento no se basa en cosas felices precisamente porque ninguno de los personajes tiene una vida fácil, pero trata bastante de saber encontrar el lado bueno a la vida a pesar de todo y agradezco que esta película sea  medio francesa porque el toque desenfadado europeo le sienta bien.


Los dos personajes principales son igualmente fascinantes. Dris (Omar Sy) es un individuo de barrio pobre que viene de una familia la mar de numerosa y que no vive en la abundancia precisamente. Desde el principio se le nota que se ha metido en muchos problemas en su vida pero también que eso le ha enseñado cosas aunque no las manifieste. También es una persona que conoce los límites de lo que debe y no debe hacer porque debe haberlos traspasado más de una vez. Pero como todo el mundo tiene su lado bueno, es una buena persona en unas circunstancias concretas que lo hacen no ser adecuado para la sociedad en la que vive. No tiene miedo a decir lo que piensa y eso lo hace terriblemente encantador. Por otro lado, Phillipe (François Cluzet) es un hombre rico, correcto, que sabe cómo debe comportarse en los círculos en los que se mueve y le gusta lo que debe gustarle pero está harto de que lo traten como si se fuese a romper. Obviamente tiene sus limitaciones, pero es un hombre inteligente que necesita que le den un poco de caña y alegría de vez en cuando, porque es de esas personas que lo tiene todo, menos lo que necesita. Ambos se complementan de una manera que no parecería posible y como ninguno tiene miedo a meterse con el otro y uno es despistado y otro no puede moverse pues las situaciones graciosas se suceden una tras otra pero de modo que podrían pasarle fácilmente a alguien real. Además, la poca vergüenza de Dris ayuda a Phillipe a pensar menos en sus limitaciones y más en las cosas que puede hacer gracias a él, que actúa como si fuera sus brazos y sus piernas. Y como dato diré que Dris tiene una sonrisa formidablemente enorme y bonita.


Visualmente no destaca especialmente, es una película correcta y real y bien grabada. En mi opinión no era necesario hacer este aspecto demasiado rechamante porque el argumento ya es lo bastante bueno para llamar la atención. El montaje tampoco es especialmente llamativo salvo al principio ya que la primera escena tarda en entenderse y le da cierto toque interesante.

La banda sonora me gusta porque…no parece importante pero lo es muchísimo. En muchos planos no hay más sonido que el real, lo que se escucharía estando en esa situación, pero ambos personajes principales tienen un rasgo en común y es que la música los tranquiliza aunque cada uno tiene un tipo de música totalmente opuesto al otro lo que ayuda a diferenciar los dos mundos y que a lo largo de la película se va fusionando hasta que la diferencia entre ambos desaparece en todos los sentidos.

Intocable me parece una película estupenda que además está basada en una historia real. Tiene buen ritmo a pesar de los momentos sin música que suele ser una tara de algunas películas, el silencio le sienta bien. Y creo que es una película que todo el mundo debería ver y disfrutar ya que se puede ver en cualquier momento porque todo lo que tiene de triste, lo tiene de alegre y todo lo que tiene de ficción es compensado por lo que perfectamente podría ser real, así que creo que casi cualquier persona podría disfrutarla.



Philippe: Nunca he tenido los pies tan bien peinados.

Philippe: Yo siempre digo que soy como un filete congelado en una sartén con aceite hirviendo. No siento nada, pero sin embargo, sufro.

Dris: Si a mi me pasa eso, me pego un tiro. 
Philippe: Para un tetraplégico eso es complicado.
Dris: Pues está jodido.

Dris:¡Ha puesto su teléfono a mano!Eso significa ¡¡¡Llámame!!! ¡Te voy a lamer la oreja!







Hay veces que...me ahogo en un vaso de agua, pero de esto de ahogarse como si estuvieras en medio del Atlántico sin flotador ni hostias, eso suele darse porque soy una persona torpe en todos los sentidos, y esos momentos necesito que alguien me recuerde las cosas buenas de la vida







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