lunes, 17 de marzo de 2014

Give a father no options and you leave him no choice



Título: Situación extrema, John Q
Director: Nick Cassavetes
Guión: James Kearns
Año: 2002
Género: Drama, thriller
Actores:
  • Denzel Washington como John Quincy Archibald
  • Kimberly Elise como Denise Archibald
  • Daniel E. Smith como Mike Archibald
  • David Thornton como Jimmy Palumbo
  • Anne Heche como Rebecca Payne
  • James Wood como Dr. Raymond Turner
  • Kevin Connolly como Steve Maguire
  • Larisa Laskin como Dr. Ellen Klein
  • Ethan Suplee como Guardia Max Conlin
  • Shawn Hatosy como Mitch Quigley
  • Heather Wahlquist como Julie Bird
  • Troy Byer como Miriam Smith
  • Troy Winbush como Steve Smith
  • Eddie Griffin como Lester Matthews
  • Marta Chaves como Rosa González
  • Paul Johansson como Tuck Lampley
  • Robert Duvall como Teniente Frank Grimes
  • Ray Riolta como jefe de policía Gus Monroe

Argumento: John Q. Archibald es un hombre corriente que trabaja en una fábrica y se ocupa de su familia. Su mujer Denise y su hijo Michael son todo su mundo. Pero, cuando su hijo cae gravemente enfermo y es preciso someterlo urgentemente a un trasplante de corazón, resulta que su seguro médico no cubre la operación. (Filmaffinity)






Esta es una de esas películas que pillé un día en la televisión con mis padres en una de esas extrañas tardes en las que todos nos ponemos de acuerdo para ver algo. Seguro que era domingo. Y es una de esas películas que…tienen de todo: acción, drama, algún punto de comedia… y por eso, fue un placer para mi verla de nuevo cuando me pidieron su crítica, aunque reconozco que es una película que en su momento me pareció demasiado emotiva para repetirla en un tiempo breve.




La película nos cuenta la historia de la familia Archibald, madre, padre e hijo, que son una familia sin apenas recursos pero que van tirando hasta que el hijo, Mike, cae gravemente enfermo y le diagnostican una enfermedad del corazón que le hace necesitar un transplante para sobrevivir. Sin embargo, todos deberíamos saber ya que el sistema sanitario americano no es precisamente socialista y que si no te pagas un seguro estás jodido, por lo que una operación de tal calibre no cubierta por el seguro salía por la friolera de 250,000 dólares. A pesar de que los padres de Mike se desviven por conseguir la pasta y están a nada de lograrlo, el hospital opta por no esperar más y darle el alta al chaval, lo que desencadena que su padre tome medidas desesperadas para tiempos desesperados. Realmente, esta historia de amor paterno-filial es solo la tapadera para criticar una sociedad en la que se ha privatizado hasta la salud de la gente. Y sí, no pueden dejar del todo mal a su país, hay clínicas públicas, pero… ¿Qué atención pueden ofrecerle a un niño que necesita un transplante de corazón? Es por las circunstancias extremas de la situación de John, el padre de Mike, que el espectador entiende perfectamente sus actos por muy ilegales o inmorales que le puedan resultar a algunos. El final no os lo cuento, pero me parece un final justo como los hay pocos.


Todo lo que vemos de los personajes en esta película son pinceladas ya que ninguno parece poder hacer sombra a John (Washington). John Q es el prototipo de buen hombre con una terrible mala suerte a la que en algunos puntos de su vida todo parece torcerse de una manera casi irremediable, pero es perfectamente capaz de arrodillarse y tragarse su orgullo si de salvar a su hijo se trata. En la película, te demuestran una y otra vez que eso de” John es un buen hombre”, es una gran verdad, sólo hay que saber verlo. Denzel Washington está en su salsa en esta película porque a pesar de hacer un gran papel, es el papel que todos conocemos de Denzel Washington. Su mujer es un poco un personaje estándar y el chaval es simpático y risueño de tal manera que te cae bien desde el principio y cuando se pone enfermo te da más pena que si fuera un niño repelente. Rebecca Payne (Heche) es la directora del hospital en el que internan a Mike y se plantea como una persona gélida, acostumbrada a dar malas noticias, tanto es así que ya ni las siente, y su compañero en esta película, el doctor Raymond Turner (Woods) está tan acostumbrado a la buena vida que no parece plantearse siquiera si lo que hace está bien. Sin embargo, nadie tiene sólo una cara y ambos personajes sufren una interesante transformación a lo largo de la película, o quizás sea sólo que poco a poco vas viendo que no todo es lo que parece en la primera secuencia. Las fuerzas de la ley en esta película parecen hallarse continuamente en un conflicto interno debido al choque de caracteres de los personajes lo que hace pensar que, al final, más que la moralidad o hacer bien su trabajo, es la opinión pública lo que importa para algunos policías cuando llegan a ser importantes. 



John Q es una película que siempre he visto muy azul y gris, aunque el cartel esté en tonos dorados. La mayor parte de la película transcurre en un hospital y eso ayuda a que todo parezca más azul y gris de lo que ya debería ser por defecto por la temática de la película. Además me gustaría destacar de montaje esa primera escena que no sabes a qué diablos viene pero una vez te metes en la película no te importa demasiado y también la cantidad de primeros planos que hay que ayudan a ver el sufrimiento de John por toda la situación.


Me ha gustado la banda sonora aunque no sé muy bien que pensar de ella porque es algo triste que al mismo tiempo incita a la acción. Este tipo de películas, tan americanas, en parte hacen que acabe perdiendo la atención fijada en la música para meterme en la historia y creo que ese es un punto muy positivo para una película aunque su banda sonora no vaya a ganar un Óscar.

John Q es un drama y una película de acción a la vez, pero una cosa está perfectamente justificada por la otra. Es una película que puede gustar a cualquiera y que le recomendaría a cualquiera para pasar un buen rato, incluso reflexionando sobre la sociedad y sanidad en el mundo. Reconozco que, como buena llorona de mierda que soy, la primera vez que la vi lloré, y aunque no ha conservado ese encanto esta segunda vez le sigo viendo el punto de emoción y dramatismo que una película debe tener para llegar al espectador. Aunque no es la película de mi vida, creo que es una de esas que todo el mundo podría ver.


Denise: Le diría lo que pienso de usted, pero soy una mujer cristiana.

Jimmy: Verás, he de ser sincero, Tuck, mira, todo esto es un asco. Quiero decir que se podría haber evitado de una forma facilísima. Nada de esto habría pasado si John fuese un maldito millonario o si se apellidase Rockefeller, pero a veces John no lo entiende. No entiende que lo sagrado en este país no son los valores, lo que importa es lo que tienes. Los hay que tienen y los hay que no tienen. Están los ejecutivos, los obreros y luego están los parados. Ahí dentro hay pacientes, pacientes externos y pacientes sin suerte. En este país hay mucha gente, Tuck, mucha gente que no lleva 250,000 dólares en a cartera. Humillar a un hombre así y ponerlo contra las cuerdas... A mí me parece que algo va mal, no alguien. Pero oye, ¿qué sabré yo? Sólo... sólo soy un obrero.





Denzel Washington me parece un hombre muy atractivo...no me preguntéis por qué, no tengo ni idea.










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