Título: Sam, Lección de amor, Mi nombre es Sam, I am Sam, Yo soy Sam
Director: Jessie Nelson
Guión: Kristine Johnson y Jessie Nelson
Año: 2001
Género: Drama
Actores:
- Sean Penn como Sam Dawson
- Michelle Pfeiffer como Rita Harrison Williams
- Dakota Fanning como Lucy Diamond Dawson
- Diane West como Annie Cassel
- Laura Dern como Randy Carpenter
- Loretta Devine como Margaret Calgrove
- Richard Schiff como Mr.Turner
- Brad Silverman como Brad
- Joseph Rosenberg como Joe
- Stanley DeSantis como Robert
- Doug Hutchison como Ifty
Argumento: Sam Dawson es un deficiente mental que deberá luchar por conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. De su defensa se encargará una prestigiosa abogada, Rita Harrison, cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras conocer a Sam, descubrir el amor que siente por su hija y comprobar su determinación por defender sus derechos como padre. (Filmaffinity)
Yo soy Sam es la película que yo considero hermana de Forrest Gump. Fue Tom Hanks el que copó las pantallas pero mi favorito es Sean Penn. Vi esta película por primera vez hace mucho, cuando se estrenó en televisión, creo. Recuerdo entrar en el salón y que mis padres la estaban viendo y de repente, y sin saber cómo, estábamos todos llorando. Hasta el gato. Tiempo después volví a verla entera y…joder, es muy emotiva.
El argumento va sobre Sam, un hombre con una discapacidad mental que hace que tenga el coeficiente intelectual de un niño de 7 años, entre otras cosas. La película comienza con el nacimiento de su hija Lucy de la que la madre no tarda en desentenderse. La película te va contando como Sam, a pesar de sus limitaciones, ejerce de padre lo mejor que puede y cuando intentan quitarle a su hija por considerarlo insuficientemente capaz de cuidarla, él pelea con uñas y dientes para recuperarla, al mismo tiempo que la niña demuestra el amor que siente hacia su padre una y otra vez. Esta película podría haberse planteado como la típica americanada de superación, de que con esfuerzo hasta una persona de las características de Sam puede llegar a impresionar a alguien en un momento de iluminación divina, pero yo no veo así esta película. Sam se esfuerza todo el rato pero también la caga todo el rato porque no puede evitarlo. En los momentos cruciales donde la autosuperación tendría que haber hecho su aparición, Sam reacciona como…tiene que reaccionar. Echa mano de lo que conoce y la jugada sale de la manera más realista posible. No digo con esto que a la película le falte dramatismo si no que lo consigue a través de algo medianamente más real de lo que estamos acostumbrados, y con diálogos muy simples y unos personajes muy buenos consigue que el espectador se meta en la trama y acabe sufriendo y riendo por los personajes. De algún modo, no puedo evitar ver esta película como una crítica hacia la sociedad que desprestigia a la gente minusválida de cualquier tipo cuando, en realidad, muchos tendrán más que ofrecer que mucha gente considerada “normal”.
Lo primero que tengo que decir en referencia al casting de esta película es que Sean Penn hace un trabajo del que muchos deberían aprender y que otros muchos deberían premiar. Consigue meterse en el papel de una manera increíble que hace que piense que más que ante un actor estoy ante el verdadero protagonista de la historia. No sé si físicamente hubiese pegado más otro actor, pero a la hora de interpretar al personaje, muy pocos habrían igualado a Sean Penn. La pequeña Dakota Fanning en el papel de Lucy tampoco se queda atrás y ya empieza, a una temprana edad a apuntar maneras con su interpretación de niña inteligente a pesar de las circunstancias. Michelle Pheiffer como Rita, una abogada que de vez en cuando roza el histerismo también hace un papel interesante que contrasta mucho con Sam y su tranquilidad pero que al mismo tiempo encaja perfectamente con él porque Sam es exactamente lo que Rita necesita. Annie, interpretada por Dianne West, es un personaje más o menos secundario, pero a mí me gusta mucho. Ella es una de las pruebas del amor que Sam despierta en los demás y de que aún queda gente buena en el mundo.
Visualmente no es una película demasiado complicada. Los colores son simples, pero se recurre al truco de que los colores del ambiente se correspondan con los estados de ánimo de los personajes. En las partes más tristes y emotivas, la imagen se tiñe literalmente de azul mientras que el resto del tiempo son colores cálidos lo que predomina. En conjunto con esto, el uso que se hace en esta película del sonido es muy interesante porque aunque la música hace acto de presencia y siempre hay algún sonido que escuchar, el silencio es una parte muy importante de la emotividad de esta película, sobre todo en escenas en las que ves a la gente hablar pero no oyes nada, o cuando estas voces llegan modificadas como si no las estuvieras escuchando con atención. Creo que usar eso en una película de este estilo es un puntazo que le añade todavía más emoción a la interpretación de los actores.
Yo soy Sam es una película perfecta para ver en familia. Quizás no es la película que elegirías ver porque sí un día cualquiera, pero si se diera la casualidad de que lo haces, no pasarías un rato desperdiciado con ella.
Lucy: No la leeré si tú no puedes.
Rita: Es la primera estupidez que te he oído decir.
Sam: ¡La gente como tú no siente nada.!
Realmente...creo que amor es todo lo que necesitas
La vigesimosexta prueba es: Una imagen de una película poco conocida
La elegida es Repo! The genetic Opera. Una película que tooooodos vosotros deberíais ver. Porque es un musical gore y eso es entretenimiento asegurado.
Esta es la menos conocida que conozco (valga la redundancia):
ResponderEliminarhttp://cinemafanatic.files.wordpress.com/2010/07/2005_brick_joseph_gordon-levitt_brendan.jpg
Se llama Brick, y ahí conocí a Joseph Gordon-Levitt. Nunca me imaginé que se haría tan conocido el chico. Merece la pena verla, pues tiene una historia, si bien algo rara, interesante.