martes, 25 de febrero de 2014

Sexo, drogas y aviones alrevés



Título: Flight, El vuelo
Director: Robert Zemeckis
Guión: John Gatins
Año: 2012
Género: Drama, thriller
Actores:
  • Denzel Washington como Whip Whitaker
  • Kelly Reilly como Nicole
  • Bruce Greenwood como Charlie Anderson
  • John Goodman como Harling Mays
  • Don Cheadle como Hugh Lang

Argumento: Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker, que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se averigua que el capitán tenía exceso de alcohol en la sangre y que puede ir a la cárcel si se demuestra que pilotó el avión en estado de embriaguez. (Filmaffinity)






No sé si os ha pasado alguna vez eso de que una película tiene un tráiler estupendo, un argumento que en principio mola, un casting interesante… y que al final todo resulte un enorme “Meh”. Algo que no es malo, ni tampoco bueno, pero que de algún modo es una decepción. Pues eso me pasó a mí con esta película.


La película empieza con fuerza. Nos presenta a un piloto de avión que ha pasado la noche de fiesta (muy a lo bestia), pero que a pesar de todo, se esnifa una raya de coca porque… ¿qué soluciona mejor la resaca que una buena raya? Por vicisitudes del destino, el mismo avión que pilota ese día sufre diversos y graves problemas por lo que se ve forzado a hacer un aterrizaje de emergencia con muchísimas posibilidades de terminar en una hostia terrible del avión contra el suelo, acabando con las vidas de todos los pasajeros que van en el aparato. El piloto, a pesar de todo, hace un trabajo formidable y consigue aterrizar el avión y evitar la muerte de más de 90 personas. Hasta ahí todo está muy bien. A partir de ese momento, comienza la investigación por el accidente aéreo que destapa que el piloto iba puesto hasta las orejas aquel día. No haré spoilers pero…yo me esperaba un thriller y resultó ser una película con moraleja que busca que el espectador llegue a odiar a protagonista porque es…idiota, a falta de una palabra mejor para definirlo. Podría decir que la película me decepcionó por las expectativas previas que tenía de ella, supongo que como el resto de gente que la vio porque el tráiler prometía bastante más acción. Es una buena película, aceptable y que trata un tema actual pero que en mi opinión cae en un bucle terrible de alcohol y drogas.


El protagonista es Denzel Washington y la verdad es que hace un gran trabajo con el personaje que tiene, porque a mí él me encanta y ha conseguido que quiera reventarle la cara en esta película. Cosa que también consigue en Trainning day, por cierto. La chica de la película es Kelly Reilly y creo que su aspecto triste es perfecto para algunos aspectos de su personaje, como todo el trauma que parece arrastrar. El resto, Bruce Greenwood y Don Cheadle, están muy bien elegidos pero tampoco es que fuera fundamental que ellos aparecieran en esos personajes. Hacen un buen trabajo, pero podrían haber sido otros actores sin que los personajes empeoraran. Un caso distinto es el de John Goodman al que el personaje de Harling Mays le queda especialmente bien.


La crítica esta vez es corta porque…no tengo mucho que decir de esta película, como me suele pasar con las que me parecen películas “meh”. No es una película que recomendaría pero tampoco le diría a nadie que no la viera. Es una buena película, con una moraleja importante que muchos deberían tener en cuenta pero a mí personalmente…otro tipo de películas me llaman más.


Whip: Oooh, nada como un viento cruzado de 30 nudos para ejercitar el esfínter.

Enfermo: Creen que porque estoy a punto de morir tengo sabiduría, que tengo todas las respuestas. No lo sé, tal vez sí.







Me encanta y me aterra ir en avión y a cada película sobre drogas y alcohol que veo menos me gustan.


La vigesimonovena prueba es: Una imagen de una película excitante


La elegida es A perfect ending. Una de las películas más excitantes, eróticas y bonitas que he visto y cuya crítica está también en este blog. Aquí os dejo el enlace por si os interesa conocer más acerca de esta película. (Y no, no es porno)











martes, 11 de febrero de 2014

El buque de los sueños



Título: Titanic
Director: James Cameron
Guión: James Cameron
Año: 1997
Género: Drama, romance
Actores:
  • Leonardo DiCaprio como Jack Dawson
  • Kate Winslet como Rose DeWitt Bukater
  • Billy Zane como Caledon "Cal" Hockley
  • Kathy Bates como Molly Brown
  • Frances Fisher como Ruth DeWitt Bukater
  • Gloria Stuart como Rose (anciana)
  • David Warner como Spicer Lovejoy
  • Victor Garber como Thomas Andrews
  • Jonathan Hyde como Bruce Ismay
  • Ioan Gruffudd como Harold Lowe

Argumento: Jack, un joven artista, gana en una partida de cartas un pasaje para viajar a América en el Titanic, el trasatlántico más grande y seguro jamás construido. A bordo conoce a Rose, una joven de una buena familia venida a menos que va a contraer un matrimonio de conveniencia con Cal, un millonario engreído a quien sólo interesa el prestigioso apellido de su prometida. Jack y Rose se enamoran, pero el prometido y la madre de ella ponen todo tipo de trabas a su relación. Mientras, el gigantesco y lujoso trasatlántico se aproxima hacia un inmenso iceberg.(Filmaffinity)






Titanic es considerada la película más taquillera de la historia del cine, o así era hasta hace poco. También es una película con 11 Oscars si no me equivoco y por esos, entre otros muchos, méritos es una de las películas más discutidas en revistas, periódicos, blogs y todas partes donde se hable de cine. Aunque alguien no haya visto Titanic, sabrá que el barco al final se hunde y que eso del trasatlántico es solo una escusa para dar contexto a una de las historias de amor más conocidas del cine. Yo he visto esta película varias veces, pero tardé mucho en verla por lo que Leonardo DiCaprio no fue mi amor platónico durante mi adolescencia, aunque bien podría haberlo sido.



Como pasa con las películas más famosas de la filmografía de James Cameron, la trama de esta película gira en torno a la historia de Rose y Jack. Rose es una chica de familia acomodada en decadencia que odia su vida y Jack es un chaval pobre que aprendió a valerse por sí mismo y a hacerlo de manera que su vida mereciera la pena ser vivida. Es la típica historia de chica rica- chico pobre que se enamoran a pesar de que las reglas de la sociedad en la que viven no lo aprueban y hacen lo que sea para estar juntos. Todo esto en el contexto de la primera y única travesía del Titanic, ese barco que se cobró tantas vidas en la realidad. Además, se muestra al espectador la diferencia entre la clase alta y la clase baja de principios del siglo XX y como el dinero no tiene por qué dar la felicidad. La historia nos la cuenta Rose cuando ya es anciana y lo hace con todo detalle de manera que el público que la escucha en la película reacciona más o menos como el público que está viendo la película. Titanic es una de las películas más emotivas de la “actualidad” y sigue emocionando a todas las personas que la ven aunque no sea la primera vez. Quizás su argumento no destaque por su originalidad, pero si por su forma de tocar la fibra y por ser capaz de mantener al espectador entretenido durante las 3 horas que dura la película, algo que se dice mucho más rápidamente de lo que se hace.


Fue esta película la que lanzó a la verdadera fama a Leonardo DiCaprio y a Kate Winslet y en el caso del primero, lo encasillo en el papel de niño bonito durante unos cuantos años hasta su renacimiento hace no tanto tiempo donde nos dio una bofetada en la cara a todos los que lo teníamos encasillado demostrando que era un actor como pocos quedan. Aun siendo Jack, DiCaprio, y Rose, Winslet, los personajes principales, hay otros personajes que giran en torno a la trama que realmente me parecen muy interesantes, como es el caso de Molly la insumergible, interpretada por Kathy Bates. Molly parece ser uno de los pocos personajes que tiene corazón y misericordia, porque la mayoría se me antojan egoístas y mezquinos hasta puntos ridículos e incluso en momentos en los que no es precisamente que cunda el pánico para justificar su comportamiento. El malo de la película es el prometido de Rose, Cal Hockley, interpretado por Billy Zane, que ya empieza la película apuntando maneras y demostrando que es un poco imbécil. Es un hombre totalmente egocéntrico, centrado en sus negocios y que solo quiere casarse con Rose para cobrar una herencia. No me gusta especialmente este actor en esta película porque parece querer poner cara de “mira qué guapo soy y que morritos tengo cuando hago pucheros” todo el rato. Hay muchos más personajes destacables como el capitán o los responsables de hacer realidad el sueño del Titanic, pero creo que para mí el que merece una mención especial es Harold Lowe, interpretado por Ioan Gruffudd, uno de los personajes más secundarios de la película, pero que se ganó mi corazón por lo que hace cuando el barco ya se ha hundido (ni con esta película haré spoilers).


La imagen en esta película es perfecta como en todo lo que sale de James Cameron, pone ahínco en ello. En este caso se nota mucho la diferencia entre el dorado de la clase alta y el gris sucio de la tercera clase, así como el azul marino de la tripulación. Cada clase parece tener su sutil color en la atmósfera que, por supuesto, se nota sobre todo en la decoración y en la ropa de los actores. Sin embargo, es el montaje lo que destaca de esta película, más que la imagen en sí misma. Con el montaje nos hacen ver que el Titanic hace honor a su nombre y que es una máquina poderosísima y enorme, magnífica en resumen, pero también como el mar, con toda su fuerza, devora el barco como si devorara la ambición desmedida del hombre que lo ha subestimado. Durante toda la película el montaje es bueno, pero cuando el barco se hunde, se hace sublime. No emociona tanto ver como la enorme mole de metal se hunde en el mar como ver lo que pasa dentro del casco mientras tanto. Las familias, las parejas, los niños perdidos, y toda la ostentación de la que el Titanic hacía gala se ven…ahogados. Esas escenas del final de la película han de ser vistas no descritas, porque hay algunas que son puro…amor. He de decir también que la escena en la que Jack y Rose están en la barandilla, ella con los brazos en cruz, que es una de las escenas más famosas de la película, sino la que más, también me gusta mucho por la panorámica que hacen ahí y por el lenguaje corporal de DiCaprio y Winslet.

La banda sonora de esta película se ha hecho tan famosa como la propia película aunque la canción de Celine Dion con su letra no llega a salir en ningún momento, aunque sí la melodía que acompaña a Jack y Rose en sus momentos más emotivos. El resto de temas de la película, aunque no tan famosos, también están muy bien conseguidos y acompañan a la trama de una manera muy buena.

Titanic es una película tan conocida por algo y ese algo es que aunque no es una película del todo redonda, sabe llegar al corazón del espectador medio con esa maestría tan propia de James Cameron que siempre hace saltar el corazón. No diría que es una película que te puedas poner si tienes un rato libre porque es muy larga, y de hecho creo que es una película que hay que ver con ganas y prestarle atención. Sin embargo, podría verse en compañía de cualquiera porque seguramente acabe entreteniendo a casi todo el mundo.


Ruth: Somos mujeres, nuestras elecciones nunca son fáciles

Rose: El corazón de una mujer es un profundo océano de secretos

Jack: Si tú saltas, yo salto, ¿recuerdas?

Rose: Él me salvó...En todos los sentidos en los que puede salvarse a una persona.

Jack: Creo firmemente que la vida es un regalo...y no pienso desperdiciarla, nunca se sabe que cartas te repartirán la próxima vez. Aprendes a aceptar la vida tal como viene [...] así cada día cuenta...






Sólo vi esta película para que dejaran de insistirme en que la viera.


La vigésimooctava (no sé si eso esta bien escrito) es: Una imagen de tu saga favorita


La elegida es Scream. La primera vez que vi algo de esta saga, tenía 10 años...y me acojoné mucho. Años más tarde, la volví a ver, entera, y me encanta.