Título Original: Blue Valentine
Año: 2010
Director: Derek Cianfrance
Reparto:
- Ryan Gosling como Dean
- Michelle Williams como Cindy
- Faith Wladyka como Frankie
- John Doman como Jerry
- Mike Vogel como Bobby
- Jen Jones como la abuela
Argumento: Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams) son padres de una maravillosa hija, pero su relación ha pasado por mejores momentos desde que tienen que compaginar las demandas y expectativas del trabajo y la vida familiar. Ante un futuro incierto de la relación, deciden una escapada romántica a un hotel, donde rememoran todos los momentos románticos de un pasado lleno de buenos recuerdos, e intentan recuperar su pasión y amor para así salvar su matrimonio. (Filmaffinity)
Tengo la película flor de piel. Ni digerida está pero no me hace falta esperar más tiempo para darme cuenta de por qué me costó tanto verla en primer lugar. No es que me costase verla porque es una de estas películas buenísimas de las que te han hablado tanto que tienes la sensación de que ya la has visto. No. Me costó verla porque es de ese tipo exacto de película que odio con toda mi alma. Esas que sabes cómo van a acabar desde el primer plano y la sucesión de acontecimientos en la historia pasan ante tus ojos solo para darte la satisfacción de que ya sabías desde un primer momento lo que iba a pasar. Blue Valentine es, sin duda, una película triste, pero no solo porque sea un drama, si no porque...es triste, joder. Su simple existencia es triste por la sencilla razón de que te recuerda lo miserable que eres y puedes llegar a ser. Sumerge al espectador en la más oscura de las frustraciones porque refleja la triste realidad de muchas personas. Y si habéis leído alguna de mis entradas con anterioridad ya sabéis que YO NO VEO PELÍCULAS PARA VER LA REALIDAD.
La historia es una historia de "amor" entre un matrimonio. Ellos no están bien y a través de flashbacks te cuentan su romance. Dentro de este argumento hay como 6 personajes importantes que vienen a ser ellos dos, Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams), la abuela de Cindy,su padre, su ex-novio y la hija. Bien, partiendo de esa base os diré que al único personaje que soporto en esta película es al perro. Y es tan efímero el personaje del perro que ni lo he mencionado en la lista anterior. Dean es un panoli, porque es que no hay otra palabra para describirlo. Un panoli. Un romántico de la vida que se va de malote y que toma las peores decisiones posibles en los peores momentos inimaginables. Muy Gosling y todo lo que tú quieras pero el chaval es un pagafantas. Cindy está loca, y le reconozco a la película que ese es un punto que te dejan claro desde bastante pronto. Pero vamos, una loca de la vida. No hay absolutamente nada en ese personaje que me guste. Ni la actriz siquiera, pero eso no lo puedo juzgar tanto pues creo que no he visto a Michelle Williams en otros papeles así que puede que ella sea super carismática y esté haciendo un papelón. La abuela de Cindy es importante para historia pero parece que algo demasiado alegre para tenerlo en cuenta demasiado tiempo. El ex-novio tiene un problema: Cindy (como todos en la película) y la pobre niña...ay! la pobre niña. La película se supone que transcurre en un par de días y esa niña no va a olvidar ese fin de semana en su puta vida.
La estética, como en Lalaland, es azul. El azul es probablemente el color más socorrido en los dramas y es algo que está empezando a desquiciarme. En este caso tiene muchísimo sentido pues la película se llama Blue Valentine, pero tampoco era necesario ser tan literales. Un poquito más de azul y llegan al nivel de la primera de Crepúsculo. Creo que ahora mismo estoy tan frustrada con lo que acabo de ver que no tengo nada bueno que decir de la película. Bueno sí, que los actores son muy buenos porque tiene que ser complicado alcanzar ese nivel de...de...no sé ni que palabra usar. Insoportabilidad? Supongo que si esa palabra existiera sería la adecuada.
Yo reconozco que no tolero nada bien este tipo de dramas. Estas películas depresivas que intentan amargar al espectador no van demasiado conmigo. Yo prefiero que me hagan llorar de la emoción, que me toquen la fibrilla o que directamente me ofusquen tanto que me cabreé con el mundo. Pero las películas como Blue Valentine solo me dan la sensación de que he perdido el tiempo. Si alguien todavía se pregunta si la recomiendo, la respuesta es NO. A no ser, claro que te gusten las películas lentas e introspectivas, de estas que la crítica adora y que sabes a dónde te llevan desde el primer momento, que también es algo muy respetable, solo que no lo comparto.